Un método para sintetizar DNA extra largo
( Publicado en Revista Creces, Enero 2004 )

Ya está disponible una técnica que permite sintetizar una larga secuencia de DNA, logrando en dos semanas, sintetizar un virus capaz de atacar bacterias (bacteriófago).

La nueva técnica va a permitir acelerar los procesos en todos los campos en que se usa la ingeniería genética, ya sea en la fabricación de vacunas, o en investigaciones de la biotecnología agrícola. Pero también la pueden usar los bioterroristas, ya que a partir de secuencias ya conocidas pueden fabricar fácilmente virus patógeno para la especie humana.

Craig Venter y sus colegas del Instituto para Alternativas de Energía Biológica, en Maryland, afirmaron que con la nueva tecnología podrían llegar a fabricar "super-microbios" muy útiles, capaces por ejemplo de limpiar desechos tóxicos, o enclaustrar dióxido de carbono, o producir hidrógeno para combustible. El trabajo fue financiado por el Departamento de Energía de los Estados Unidos.

Ya Venter había anunciado hace algún tiempo, su intención de crear un organismo vivo (Para que Fabricar un Microbio Artificial). Su primer objetivo era conocer cuál era el número mínimo de genes que podían sustentar la vida. Su equipo ya ha identificado 300 de estos genes y creen que este sería el mínimo necesario. Pero para estos 300 genes, necesitan una cadena de un largo de 300.000 bases y ello no es posible con ninguno de los métodos disponibles hasta ahora.

Con la técnica de ir ensamblando un par de bases a otro par de bases, sólo se puede lograr una secuencia corta de DNA. Estas pueden posteriormente combinarse para hacer cadenas más largas, pero hasta ahora sólo se podían juntar dos o tres secuencias. Gracias a la automatización, algunas empresas pueden ahora fabricar a pedido una cadena de hasta 10.000 pares de bases, pero demoran varias semanas y cuesta sobre 40 mil dólares.

El equipo de Venter, en mucho menos etapas, fue capaz de producir el genoma viral que tiene 5386 pares de bases, en sólo ocho días. La técnica se basó en el ensamblaje llamado "ciclo de la polimerasa", que es una modificación del ya conocido PCR. La clave está en comenzar con cadenas cortas cuyas secuencias se sobreponen, y luego en pocas horas, ellas se auto-ensamblan llegando a constituir largas cadenas. (ver gráfico).

El producto final no es perfecto, y tiende a presentar una mutación por cada 2000 pares de bases. Según Venter, con las técnicas existentes es fácil corregir los errores. A pesar de estas mutaciones ocasionales, cuando el DNA viral se mete dentro de la célula bacteriana, ella produce virus completos capaces de infectar bacterias.

Esta no es la primera vez que se ha podido hacer un virus a partir de pedazos. Ya en el año 2002, Eckard Wimmer en Stony Brook University en Nueva York, creó un polivirus pegando cientos de pequeñas cadenas de DNA que había pedido por correo. Claro que le tomó tres años el completar el polivirus, que es de un tamaño similar a un bacteriófago. Ahora Wimmer dice que es capaz de hacerlo en menor tiempo, aunque no tan rápido como lo hace Venter.

Cabe señalar que cuando Wimmer completó su polivirus, fue duramente criticado por diversos investigadores, incluyendo a Venter, que afirmó: "producir voluntariamente un patógeno humano sintético es irresponsable". (New Scientist, Noviembre 22, pág. 8, 2003).


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